POLVO VEGETAL

Camino entre troncos centenarios,
nacidos para vivir erectos
y que ahora reposan acostados,
horizontalmente muertos.

Olor a maderas frescas,
a hojas, a tierra, a flores, a viento,
en las dentarias sierras de acero
de las ruidosas carpinterías.

La maquinaria desgrana
las partículas de tiempo,
el pulsar acústico marca su grabado
y el polvo en el aire suspendido
juega con las perforaciones del tejado.

La mano que codiciosa
cercenó al virginal tronco,
acaricias las maderas esqueléticas
de las puertas, las ventanas,
las mesas, las sillas, las camas y armarios
y siente las suaves vetas
del espíritu frondoso
que fue en su pulmonar existencia
un único ser esplendoroso.

Cuando llueva correrán oscuras
diluidas savias alquímicas
y brotará otra vez ese aroma
a sombra, a frutos iluminados,
a tiempo, a luces frondosas,
a crecimiento estatuario
del vegetal inmutable
de los bosques salvajes y rústicos.

Hundo mis pies descalzos en las virutas,
en el aserrín, en las astillas,
tierra convertida en vida,
árboles convertidos en polvo,
vida convertida en tierra.

Dante Emilio Borelli

Segunda Mención Especial
Certamen Literario Provincial “Alfredo Veiravé”
– Año 2000 -