Amigo...
nuestra amistad tiene
algo de puente,
algo de río,
la simplicidad de una gota
de fino rocío,
vuela como el cóndor
que surca el espacio infinito
y es una paloma
que encuentra su nido.
Nuestra amistad tiene
algo de pan,
algo de vino,
la alegría de una fiesta,
la fragancia de una rosa,
y la pureza refrescante
de la sonrisa de un niño.
Nuestra amistad tiene
algo de refugio,
de montaña,
de océano,
de camino,
el enigma de la fuente,
y la certeza del destino.
Nuestra amistad
no tiene tiempos
ni espacios definidos,
no se mide con nada,
no tiene precio
en monedas y billetes corrompidos.
Nuestra amistad tiene
algo de sueño, de esperanza,
y sol divino,
palpita como una hoja
que se estremece con el viento matutino.
Nuestra amistad
no tiene límites,
ni barreras
en este tiempo efímero.